Nasa anunció la existencia de una nueva bacteria en el planeta.
La agencia espacial estadounidense NASA anunció ayer que sus científicos identificaron una bacteria que vive e incorpora arsénico en sus genes, un descubrimiento que amplía la lista de elementos que pueden soportar la existencia en otros planetas.
“Todas las formas de vida que conocemos se componen, principalmente, de seis elementos: carbono, hidrógeno, nitrógeno, oxígeno, azufre y fósforo”, dijo en conferencia de prensa Felisa Wolfe Simon del Instituto de Astrobiología de la NASA en Menlo Park, California.
“Nosotros encontramos una bacteria que puede sustituir el fósforo por el arsénico”, añadió Wolfe Simon, quien designó al microorganismo con el nombre de GFAJ-1.
En las fotografías mostradas por la investigadora las bacterias que crecen en el arsénico tienen el aspecto de fríjoles blancos (judías blancas).
“Lo que les presentamos a ustedes hoy es un microbio que hallamos en el Lago Mono de California y que puede vivir en el arsénico”, añadió la astrobióloga, desinflando las expectativas que precedieron a la conferencia de prensa.
La convocatoria de la NASA, que mencionaba “un descubrimiento de astrobiología que impactará la búsqueda de vida extraterrestre”, había alimentado especulaciones de que la agencia había hallado vida en el espacio exterior.
Pese a no cumplirse estas expectativas, la astrobióloga Pamela Conrad, del Centro Goddard de Vuelo Espacial, calificó el hallazgo como “muy interesante”, y dijo que “implica que todavía no sabemos todo lo que necesitamos acerca de las condiciones esenciales para sustentar la vida”.
“En términos de vida extraterrestre el arsénico quizá no sea uno de los elementos esenciales, pero también puede ser que sea uno de tantos elementos que sí sustentan la vida”, añadió Conrad.
El profesor de ecología James Elser, de la Universidad estatal de Arizona, dijo en la teleconferencia que el hallazgo abre la posibilidad de trabajar con organismos que no necesiten el fósforo, un elemento que desempeña un papel crucial en la agricultura moderna y podría tornarse escaso.
“El hallazgo de una forma de vida que no necesita el fósforo, es impresionante”, añadió.
Los seis elementos hasta ahora considerados como básicos para la vida conforman los ácidos nucleicos, las proteínas y los lípidos y, por tanto, la mayor parte de la materia viva, pero los investigadores exploraron la posibilidad de que algunos otros elementos de la tabla periódica puedan cumplir las mismas funciones.
Los investigadores hallaron en las aguas tóxicas y salobres del Lago Mono, en California, una bacteria de la familia Halomonadaceae que puede sustituir completamente el fósforo con arsénico al punto de incorporar este elemento a su ácido desoxirribonucleico (ADN).
Los científicos de la NASA explican que esto abre la posibilidad de que existan formas de vida en otros planetas que no tienen fósforo en la atmósfera.
El arsénico es sumamente tóxico para los organismos vivos -al menos los conocidos hasta ahora- porque trastorna los procesos metabólicos aunque, desde el punto de vista químico, se comporta de manera similar al fosfato.
Los científicos ya habían encontrado antes otros organismos que podían alterar químicamente el arsénico y estos organismos se han vinculado con el envenenamiento del agua subterránea en Bangladesh y otras partes de Asia donde la población ha recurrido al agua de pozos o manantiales para evitar el cólera.
Los investigadores de la agencia espacial cultivaron la bacteria, que crece y se multiplica cómodamente en el medio tóxico, en platos de petri en los que se reemplazó gradualmente la sal de fosfato por arsénico.
El proceso continuó hasta que las bacterias crecieron sin necesidad de fosfato, un elemento esencial en la construcción de varias macromoléculas presentes en todas las células, incluidos los ácidos nucleicos.
Los científicos usaron trazadores de radio para seguir muy de cerca la senda del arsénico en la bacteria, desde la ingestión del químico hasta su incorporación en varios componentes celulares.
Y así determinaron que el arsénico había reemplazado completamente al fósforo en las moléculas de la bacteria hasta su ADN mismo.
“La forma en la que el arsénico se introduce en la estructura de las biomoléculas no está clara y no conocemos los mecanismos por los cuales operan tales moléculas”, señalaron los investigadores en un artículo que publica hoy la revista “Science”.
“El trueque de uno de los elementos biológicos mayores puede tener un significado evolutivo y geoquímico profundo”, concluyeron. EFE