AFINACIÓN DEL LA A 440 Hz. La frecuencia del Universo.

Hay una leyenda urbana, sin fundamento, que dice que la frecuencia natural de afinamiento de la nota “La” (“A”) está en los 432 Hz. y que el afinamiento actual a 440 Hz se le ocurrió al ministro nazi Joseph Goebbels, imponiéndola en toda Europa en 1939.

Dice la leyenda urbana que los instrumentos afinados con el “La” a 432 Hz sintonizan con el Universo, desarrolla la inteligencia y la armonía interna de la persona y aumenta la percepción extrasensorial. A 440 Hz tu cuerpo se tensa y a 432 Hz se relaja. El cerebro y el ADN están conectados a 432 Hz a través de la procesión de los equinoccios y frecuencias cósmicas a 8 Hz.
Si escucháis música a 432 Hz entráis en armonía con todo.
“La afinación natural a 432 Hz tiene efectos profundos en la consciencia y también en el nivel celular de nuestro cuerpo. Por la re-sintonización de los instrumentos musicales y el uso de la afinación de concierto a 432 hercios en vez de 440 hercios, tus átomos y el ADN empiezan a resonar en armonía con la espiral de PHI de la naturaleza.”
Brian T. Collins.

Todo esto suena a cachondeo.
Seamos serios, por favor.

En 1936, una conferencia internacional recomendó que el LA que se encuentra a la derecha del DO central del piano se afinara a 440 Hz.El LA a 440 Hz fue fijado por la Organización Internacional de Normalización (ISO) y reafirmado en 1976 (ISO 16).
Vamos explicar muy rápidamente el porqué la afinación a 440 Hz.
Imaginemos por un momento que nos hacemos una flauta y no tenemos ninguna referencia para afinar las notas. ¿Que haríamos? Depende. Si solo queremos tocar melodías con la flauta, buscaremos tonos que no sean ni muy agudos ni muy graves en la escala, pero si queremos cantar, la cosa cambia. Deberemos sintonizar el instrumento y la voz de forma que ambos estén sincronizados. No se trata de romperse la voz en los agudos o por el contrario, bajar a tonos tan profundos que no seamos capaces de reproducir.

 

Esto implica necesariamente estudiar la forma más correcta de afinar el instrumento de forma que sea fácil entonar una melodía con un tono de voz adecuado a la misma, que sea melodioso para la mayoría de voces de hombres y mujeres.
Pero el problema no acaba aquí. ¿Cual sería la referencia?
Se dice que el sonido de las campanas era una buena referencia. Claro, el problema era que obtener el mismo sonido en todas las campanas no era una cosa fácil.
Tenemos que recordar que los instrumentos de viento fueron durante mucho tiempo los referentes de la afinación, especialmente los de las iglesias. Los tubos del órgano se martilleaban hacia dentro o hacia fuera para conseguir los sonidos. Con el tiempo se abollaban en exceso o se rajaban. Entonces lo que hacían era recortar todos los tubos, con la que la afinación había cambiado. Y con ello, todos los instrumentos que tomaban el órgano como referente.
Órgano antiguo
Los primeros instrumentos de viento de madera del renacimiento afinaban con el La a 446 Hz
La música barroca se afinaba a 415 Hz y la del periódo clásico a 432 Hz.
Se sabe que en el siglo XVI la mayoría de instrumentos se afinaban con el La a 480 Hz. lo que provocaba la rotura de las cuerdas agudas de los violines, guitarras y demás instrumentos de cuerda.
Esto era un serio problema, y más teniendo en cuenta que las cuerdas se fabricaban en su mayoría con tripas de animales.
El sistema más coherente y técnico era por medio de diapasones de horquilla. Pero volvemos a tener el mismo problema. Depende de la longitud de la horquilla, de la distancia entre las varillas, etc, puede vibrar a 440 o a 680 Hz. Había que precisar mucho para afinar. Por ejemplo, un diapasón inglés de 1720 emitía un LA a 380 Hz y los órganos que tocaba Bach tenían el LA sintonizado a 480 Hz. Cuatro semitonos de diferencia.
En la Alemania del siglo XVII la afinación más corriente era 465 Hz
Händel afinaba con un diapasón a 422 Hz.
A finales de 1700 los instrumentos se afinaban con el LA entre 400 y 450 Hz.
Del siglo XIX se conservan diapasones originales. En Dresde hay uno que vibra a 432 Hz y otro construído unos diez años después vibra a 435 Hz. Hay uno en la Scala de Milán que vibra a 451 Hz.
A finales del siglo XIX las orquestas de cámaras afinaban a 444 Hz y en Inglaterra y en Estados Unidos a 440 Hz.

Las grandes orquestas buscaban afinaciones altas porque así el sonido de los instrumentos sonaban más brillantes. Los instrumentos de cuerda no aguantaban y rompían continuamente sus cuerdas y los cantantes se desgañitaban para poder llegar a las notas altas del pentagrama. Era un caos.
Fue en 1859, cuando por fin, Francia dictó una ley que establecía el LA en los 435 Hz. Los cantantes en especial, lo agradecieron.
No fue hasta 1939, en una conferencia internacional, que se recomendó el LA en 440 Hz. El estándar original era 439 Hz pero fue reemplazado por 440 debido a la dificultad de reproducir en laboratorios diapasones a 439 Hz.
Actualmente las orquestas afinan el LA a 440 con el oboe. Y tomando éste como referencia, se afinan todos los demás.
En las orquestas de cámaras y sinfónicas se toma como referencia el LA a 442 Hz.

Conclusión:
La afinación siempre ha sido un problema, hasta que no se normalizó de forma estandarizada una referencia mundial. No existe ninguna teoría nazi ni nada especial que justifique la afinación en una frecuencia determinada. Es simplemente una forma de que cualquier músico o cantante puede tocar o cantar en cualquier parte del mundo en el mismo tono al que está acostumbrado.
Ahora podemos reunir a instrumentistas de cualquier país del mundo, y todos tiene afinados los instrumentos exactamente igual. Y un cantante se puede ir a dar un concierto a China, India, Estados Unidos o a Argentina. No se desgañitará, os lo aseguro. Encontrará su tono en cualquier parte del mundo.
¿Porqué se escogió como referencia el LA a 440 Hz? Pues simplemente por conformidad entre todos los profesionales que consideraron que era la frecuencia idónea para ello. Nada más. Sin misterios
¡A disfrutar de la música!

 

Fuente: http://paco-encuentros.blogspot.com.es/2014/06/afinacion-del-la-440-hz.html